“Felicitas no es una corredora de picadas ni usa su auto para matar”

Con nuevos abogados, la joven imputada conocida como “La Toretto” pidió una entrevista con los camaristas que deben resolver si va o no a prisión. “Es una chica de bien, sana, que no se droga ni consume mucho alcohol”, esgrimieron

POLICIALES 30/04/2024
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A todo o nada. Cambio de abogados. Recurso ante la Cámara del Crimen. Orden de detención en contra. Con un meduloso y extenso escrito se presentó ayer Felicitas Alvite (20), la influencer de La Plata conocida como “La Toretto” ante la justicia penal de La Plata. Su objetivo es evitar la prisión pedida por la fiscalía. 

Sobre la joven Alvite pesa un pedido de captura del fiscal Fernando Padován validado con la orden de detención de la jueza Marcela Garmendia. La “Toretto” se desligó ayer de sus anteriores defensores y nombró a uno de los estudios más cotizados de La Plata. 

Se trata de los letrados Flavio Gliemmo y Santiago Irisarri, expertos, precisamente, en casos de accidentes de tránsito complejos, con resultado letal. Este buffet de abogados, en otros tiempos con la calificada intervención de los letrados ya fallecidos Juan José Losinno y Carlos Irisarri, llevaron adelante las defensas de los casos Anselmo Brem (por un fatal accidente en 7 y 54) y del recordado caso Eduardo Cañas (por otro trágico atropello en diagonal 74 y 47). 

Para muchos, esos hechos –Brem y Cañas-, fueron los más resonantes de las crónicas policiales y judiciales, generando además poderosos antecedentes y jurisprudencia en la diatriba del homicidio culposo versus el homicidio con dolo eventual. 

En rigor, los nuevos defensores se hicieron cargo ayer de asistir a la joven Alvite imputada por el fatal accidente de tránsito en 13 y 532 en el que fue embestido el motociclista Walter Rubén Armand (36). 

En una estrategia singular y sin muchos antecedentes, los abogados ayer admitieron la autoría y responsabilidad de su asistida, pero como parte de un manejo imprudente, a alta velocidad. Y no como una conducta dolosa, con intención de causar o representarse una muerte. 

El hecho se produjo el viernes 19 de abril. Y contra la denegatoria de la jueza de garantías Garmendia al pedido de eximición de prisión, la defensa ayer interpuso una apelación ante la Cámara penal de La Plata. La intención es en primer lugar que Alvite no vaya a la cárcel, al menos durante el trámite de la causa. Segundo, obtener una calificación más leve, como la de homicidio culposo en lugar del homicidio con dolo eventual. 

Para el fiscal y la jueza de garantías, Alvite cruzó en rojo a alta velocidad, corriendo una picada de autos y en esas circunstancias arrolló y mató al motociclista Armand. 

Ayer, en el documento interpuesto ante la Cámara, los doctores Irisarri y Gliemmo pidieron que se designe una audiencia (en los términos del artículo 447 del Código Procesal Penal de la provincia de Buenos Aires) para que los camaristas conozcan a la imputada “y, a su vez, que los letrados podamos informar in voce”.

“Dejamos constancia que el presente recurso de apelación se interpone a las pocas horas de haber aceptado los cargos de defensores, generando una complicación para desarrollar de manera definitiva los argumentos que se plantean en los diversos agravios”, argumentaron los nuevos abogados de Alvite. 

“Pese a haberse requerido ante la Fiscalía que se disponga audiencia para que nuestra asistida pueda declarar y ejercer su legítimo derecho a defenderse, hasta el momento no se ha hecho lugar al pedido, motivo por el cual su versión de lo sucedido no ha podido ser incorporada al presente recurso (y adelantamos que consideramos sustancial)”, afirmaron los letrados. 

Según la defensa, Felicitas Alvite no es una “corredora de picadas”, ni una “persona que usa su automóvil para matar”. “Todo lo contrario, es una chica de bien, sana, que no se droga ni consume prácticamente alcohol y que nunca, absolutamente nunca, había tenido inconveniente alguno con la ley ni con terceros”.

El equipo de juristas, con la intervención además de la doctora Luisina Gliemmo, también se refirieron en su escrito al controvertido posteo donde la joven Alvite se autodefine como “La Toretto”. Señalaron que, desde la defensa, “hablamos de una fotografía sacada de contexto y que no se corresponde en lo más mínimo con su persona (es más, hablamos de un “challenger” viral en la red social “Tik Tok” realizado por miles de adolescentes)”.

“Lejos de lo que la opinión pública y los Magistrados puedan pensar, Felicitas es una persona que no tiene automóvil propio –añadieron los letrados-, comparte el de su madre con sus cuatro hermanos, no lo utiliza de noche, de día se limita a utilizarlo para ir al trabajo y no corre ‘picadas’”.

También dijeron que sus argumentos pueden demostrarse “pidiendo las cámaras de filmaciones del municipio de La Plata y, más concretamente, de la zona de City Bell, que Felicitas prácticamente no utiliza automóvil y que, las pocas veces que lo hace, lo utiliza para ir a trabajar en horario diurno, conduciendo debidamente y sin violentar las normas de tránsito”.

En otro tramo de su escrito, los defensores hablaron puntualmente del fatal accidente. Alvite “salió junto a unos amigos a un bar”. Al finalizar la reunión de amigos “Felicitas era la única persona que no había tomado alcohol, el dueño del automóvil le pidió que condujera”, aseguraron.

En ese contexto, los penalistas enfatizaron: “Debemos poner énfasis en manifestar que nunca se pactó una picada ni nada similar; lo que ocurrió, según nos cuenta nuestra asistida, pero que es concordante con las filmaciones que se encuentran incorporadas al proceso, es que le pidió a una persona conocida de City Bell, que se encontraba en otro vehículo, que la guiara para salir de la ciudad (vale destacar que Felicitas no vive en La Plata, habiendo conducido solo en tres ocasiones en esta ciudad y en horario diurno)”.

 

Admitieron la culpa de Felicitas

 

“Felicitas comenzó a seguir al otro automóvil con la finalidad de salir de la zona céntrica de La Plata; lamentablemente, y como consecuencia de su conducción imprudente y veloz, al llegar a la esquina de calle 13 y 32, cruzó un semáforo que se encontraba en rojo y causó la muerte de un muchacho”, reconocieron los letrados.

Los letrados no negaron la existencia del hecho ni sus particularidades, pero pone el acento en que se haya corrido una picada, situación negada absolutamente y aclararon que Felicitas no tuvo “intención de causarle la muerte a otra persona”.

“Una vez producido el hecho, nuestra asistida no se escapó ni intentó eludir el accionar policial. Más bien, hizo todo lo contrario: se quedó en el lugar y colaboró con absolutamente todas las diligencias requeridas”, añadieron a sus argumentos los defensores.

 

Alcoholemia

 

“Es falso, como ha circulado en los medios de comunicación, que Felicitas se haya opuesto a la realización del control de alcoholemia; la realidad es que ningún funcionario interviniente le requirió tal diligencia (en caso de haber existido tal requerimiento, ella no se hubiera negado, pues -como dijimos- no había consumido bebidas alcohólicas)”, indicaron los letrados, haciendo frente, incluso a esa versión impulsada por el propio fiscal de la causa Fernando Padován. 

En las últimas horas, el fiscal cuestionó a la policía por haber demorado más de diez horas las actuaciones. Desde el ministerio de Seguridad y la comisaría de la jurisdicción, aseguraron ayer que no pudieron encontrar al fiscal durante las horas posteriores al hecho. 

El fiscal también deslizó que no le habían realizado un test de alcoholemia a Alvite, cuestión que ahora es rechazada de plano por la defensa.

“Luego del suceso, Felicitas se dirigió, conforme lo requirieron los funcionarios, a realizarse las correspondientes revisiones ante el cuerpo médico y demás dependencias oficiales, prestando conformidad a la hora de labrar las respectivas actas”, puntualizaron los defensores. 

Mientras tanto, cabe señalar que ayer por la tarde salió sorteada la Sala III de la Cámara de Apelaciones y Garantías -la cual está integrada por los jueces Alejandro Villordo y Juan Benavides, los mismos que liberaron a Julio “Chocolate” Rigau y por esa decisión pesa sobre ambos un pedido de jury de enjuiciamiento- que es la que ahora deberá intervenir en la situación procesal de Alvite.

 

El expediente

 

“No pretendemos negar ni disminuir responsabilidades; sí, en cambio, pretendemos que se conozca la totalidad de lo acontecido y, fundamentalmente, quién es realmente Felicitas –consignaron los letrados-, no estamos ante una persona que tiene un automóvil preparado para correr ‘picadas’; la realidad, como dijimos, es que Felicitas utiliza el automóvil de su madre solo para ir a trabajar en horario diurno y que lejos está de la imagen que públicamente se ha dado de ella. Si bien no negamos que la conducción de nuestra asistida ha sido imprudente y temeraria, sí negamos que haya tenido la intención de causar la muerte de alguien. No solo que no tuvo la intención de causar una muerte, sino que ni siquiera se lo representó”.

La defensa remarcó que la joven imputada intentó comunicarse con los familiares de la víctima “para pedirles disculpas” aunque “lamentablemente no lo ha logrado”. Tras el hecho Felicitas padeció “ataques de pánico, no duerme con normalidad y, lógicamente, no ha vuelto a manejar ni tiene la más mínima intención de hacerlo; recordemos que estamos ante una jovencita que, más allá de haber ocasionado un hecho penoso, nunca tuvo la intención de causarle la muerte a otra persona”, agregaron.

“Hasta tanto no recaiga sobre nuestra asistida sentencia condenatoria, se garantice el debido proceso legal y, en consecuencia, se la exima de prisión”, concluyeron los letrados Irisarri y Gliemmo.

 

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